Al empezar un nuevo año, cantidad de buenos propósitos vienen a mi cabeza. Nunca o casi nunca consigo ninguno de los que me propuse por eso imaginarme una lista para 2015, sería para mi una auténtica locura. Por más que quisiera a hacerla, resultaría tan extensa que me aburriría sólo leerla y la desecharía de inmediato.

El caso es que estos días que no he publicado no he hecho realmente nada de lo que quizás debería haber hecho. Ir programando post para el resto del mes, terminar algunos proyectos de casa, dedicarme a diseñar en el estudio… en realidad necesitaba tiempo para descansar, disfrutar de mi familia y sobre todo planificar y pensar en el blog y mi estudio de diseño. Los días de navidad han pasado volando pero me han servido para mirar hacia atrás y volver a mirar hacia delante. Tener tiempo de charlar hasta las y pico con Rafa también me ha ayudado a darme cuenta que para despegarme por completo del estrés que arrastro, necesito organizarme.

Es mi propósito principal y si dentro de unos 21 días lo he conseguido (dice mi amiga Pilar que es el tiempo en el que el cuerpo se acostumbra a los cambios), seré la mujer más feliz del mundo y podré decir alto y claro que 2015 es mío ¡es mi año!

Nadie es perfecto, aunque en Instagram, Pinterest o Facebook pueda parecerlo. Seguro que me entiendes. Y muchas veces, me he dado cuenta que estaba con la mente más presente online que en casa, con mis niños o mi marido. Soy introvertida y mostrando lo que siento o vivo me siento bien, el problema viene cuando no sé separa una cosa de otra y empiezo a agobiarme por ello. ¡Así no cunde, no hay manera! Seguro que alguna vez te ha pasado. Acaba el día y no has hecho ni la mitad de tareas que tenías programadas.

Quiero que eso se acabe y me lo estoy tomando muy en serio porque sé que lo que sea bueno en mi organigrama profesional y blogger, lo será también para mi casa y mi familia.

Para empezar el cambio, me va a tocar madrugar y a las 6:30 sonará mi despertador de lunes a viernes. Así pretendo que me de tiempo a trabajar (desde casa y con niños no es sencillo si no tienes a nadie que te eche un cable) y olvidar las largas noches pegada al ordenador con la consiguiente y horrible soñarrera del día siguiente. ¡Por no hablar del mal humor!

Resultado de todo esto será que continuaré currándome los post de contenido propio, con DIY hechos en casa, salidas extraordinarias para redescubrir mi nueva ciudad, conocer a gente guay y emprendedora, algún que otro video como el de Navidad ¿te gustó? o colaboraciones sorpresa para que puedas seguir inspirándote en lo que me gusta, encuentro, disfruto o diseño desde mi estudio. ¿Qué te parece mi propósito? ¿Crees que lo lograré? ¡Qué dificil es madrugar cuando no se duerme del tirón!