Acabó el 2013 y si miro hacia atrás, veo que ha sido un año repleto de emociones y cambios. Todos y cada uno, seguro que han tenido sentido para El de arriba y muchos de ellos quedarán perennes en nuestro corazón. Cambios de estilo de vida al que aún no acabamos de acostumbrarnos o cambios en el desarrollo del crecimiento de Rubén y Sofía que nos hacen la vida muy divertida y sorprendente.
Cada vez que empieza un año nuevo, todos nos apresuramos a hacer propósitos con muy buena intención pero que en la mayoría de las ocasiones caen en saco roto porque no somos lo constantes que deberíamos ser así que yo este año no me he propuesto nada más que seguir luchando por el proyecto que todos conocéis, El estudio de Atm. Con eso, me basta porque seguro que no encuentro tiempo libre para dedicármelo a gimnasios o cuidados personales.

Todo el tiempo extra será para mi familia y mis amigos y a ver si así, este 2014 me regala lo que más ansío y envidio en esta vida, dormir. Porque si algo no cambia con el tiempo es el ritmo de sueño de esta casa por lo que «sueño» (con los ojos abiertos, claro está) con que este nuevo año se acaben los terrores nocturnos, las pesadillas insistentes, los despertares que piden brazos a gritos y por encima de todo, que los virus nos dejen un poquito tranquilos porque vaya dos mesecitos que llevamos…
En fin, que el que no se consuela es porque no quiere y por soñar, que no quede. Feliz año nuevo y felices sueños con los ojos cerrados o bien abiertos 😉

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Un poco sobre mí

¡Hola! Mi nombre es Mamen, directora de arte en Blanco Ruso y autora de este blog personal, donde encontrarás recursos creativos para mamás todo terreno.

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