Y quien dice playa dice también piscina o simplemente verano porque las bolsas de mimbre están de moda y ¿quién no quiere darse un caprichito de vez en cuando? 
La técnica es muy sencilla, sólo algo laboriosa, nada más. Os explico lo que necesitamos:
– Bolsa de mimbre
– Pintura en spray
– Pintura acrílica
– Una plantilla con la forma que os guste más. Yo opté por un corazón y el color rosa ¡Cómo no!
– Rodillo o brocha
– Cinta de carrocero (pintor)
– Papel de periódico o plástico para cubrir la superficie de trabajo
Comenzamos cubriendo con la cinta de carrocero las asas de nuestra bolsa y una vez bien tapadas, pintamos con la pintura en spray cuidadosamente y por capas. Más vale cubrir poco a poco para que la pintura no gotee.

Una vez dejamos secar, colocamos la plantilla, pintamos nuestro motivo con un rodillo (en principio pensé hacerlo así pero finalmente me decanté por la brocha para cubrir más) y ¡listo! Bolsa de verano terminada.
Si queréis rematar el rizo y tenéis afición por la costura o una madre habilidosa como la mía, podéis forrarla para que quede requetemona. El resultado, no puede ser más chulo.

Suscríbete a mi newsletter

Lee Atm en tu correo para no perderte nada de nada

Un poco sobre mí

¡Hola! Mi nombre es Mamen, directora de arte en Blanco Ruso y autora de este blog personal, donde encontrarás recursos creativos para mamás todo terreno.

8 comentarios

¿Y tú qué opinas?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

He colaborado con