Senor-bebe1 Tengo la fórmula para ser una buena tía. El miércoles pasado nació mi primer sobrino y con él obtuve mi certificado oficial de tita. Ya sé lo que estás pensando ¿qué es ese certificado? Pues es eso que nadie me dijo que existía hasta el día en que nació mi primer sobrino.  «Ya eres tita con certificado», me dijo mi primo Paco,  así que mis miedos desaparecieron casi al instante: querer tantísimo a mis hijos me hizo dudar de si sabría querer al mismo nivel a mi sobrino.

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Nadie me contó lo que se suponía debía sentir al ser tía. Tampoco nunca nadie me contó lo que se suponía debía sentir al ser madre, pero era algo inherente desde niña y que supe encajar a la perfección desde el minuto cero. Ahora también soy tía y por eso, hoy te dejo el capítulo más bonito de mis esenciales, en el caso de hoy, mis esenciales para ser una buena tía o tita, como nos gusta decir por aquí.

1. Aburre a tu sobrino a piropazos, achuchones (aunque contrólate que a veces tanto amor puede agobiar) y quiérelo con locura como quiero yo al mío, a riesgo de que cuando sepa hablar acabe llamándome pesada. Cuando tenga 16 no querrá ni que lo acompañes a comprar una camiseta.

2. Ahora que eres tía, sé un poco abuela y consiéntelo: porque si vas a pasar poco tiempo con él, (como me ocurrirá a mi) no puedes convertirte en la tía chunga que sólo pone malas caras. Ríñele nada más que lo justo y necesario porque, como dicen  las abuelas, para educar ya están sus padres.

3. Hazle fotos. Tu punto de vista nunca será el mismo que el de sus padres pero ten en cuenta hacerlas siempre a una distancia prudencial y sin flash ¡por favor! Las fotos más bonitas no son las de pose (esas se las dejamos a los profesionales) sino las que captan los momentos más naturales de su día a día. Aquí te dejo algunos trucos de mano de un profesional, José Ignacio Navajas.

4. Compra para tu nuevo sobrino aquello que no compraste para tus hijos, haz tu wish list, porque era un capricho porque no existía o simplemente porque había cosas más importantes que comprar (ejemplo claro son los pañales) pero ¡ojo! teniendo en cuenta siempre el gusto de sus padres y sin destrozar la decoración o el vestuario que han estudiado a fondo durante 9 meses.

5. Y por último, no olvides nunca sus días especiales, llegar a verlo o llamar cuando esté malito, cuando le toquen sus vacunas o cuando empiece la guardería o el cole. Ahora mismo, eso a él le importará bien poco, pero a tu hermano, hermana o cuñados, les llenará de orgullo saber que su hijo tiene una buena tía, la mejor del mundo.

La conclusión: Todos los niños no son iguales, ni los padres, ni por supuesto los tíos, así que quédate sólo con lo que más te gusta de estos esenciales para ser una buena tía, y si te gustaron, compártelos y resolverás los miedos de aquellas titas que aún están por estrenarse. Yo mientras, seguiré con el babero puesto viendo todas las fotos y vídeos que los papás del Señor Bebé, me van enviando.

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Un poco sobre mí

¡Hola! Mi nombre es Mamen, directora de arte en Blanco Ruso y autora de este blog personal, donde encontrarás recursos creativos para mamás todo terreno.

2 comentarios

  • Ana  

    Me lo acaba de mandar mi hermana y dice q los cumplo todos!!! 😉 me ha encantado!!! Un besito y enhorabuena!!!!!!

    • Eso es segurísimo conociéndote. Debes ser la tía más molona y Carlos va a estar loco contigo.
      Gracias, Ana y un besote!!

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