No hay nada más bonito que tener a tu hijo en brazos minutos después de haber dado a luz. Es difícil de imaginar cuánto se puede llegar a querer a esa criaturita tan pequeñita que acaba de colarse en nuestras vidas hasta que uno lo siente en sus propias carnes. Todo el mundo te avisará de lo mucho que vas a quererla y no dejarás de pensar durante los nueve meses de embarazo (o algo menos) si sabrás amarla de esa forma tan indescriptible de la que todo el mundo habla y cuidarla como se merece.
Aún así, sólo entenderemos lo que nos intentan hacer comprender, generalmente nuestras madres, una vez veas asomar esa pequeña cabecita por encima de tu tripa.
Complicado sin duda es, además, saber captar la felicidad tan inmensa que sentimos en esos instantes. Pero hay ocasiones en que una fotografía nos puede no sólo contar lo que ha ocurrido, sino además hacernos sentir partícipes de la felicidad que las personas retratadas trasmiten.
A mi me trasmite esa realidad una de las fotografías de nacimiento más bonita que he visto nunca y que un gran amigo realizó a su mujer hace hoy dos años. La instantánea es toda ternura. Mientras la bebé observa curiosa el mundo que está por descubrir, su mamá está desbordante de alegría. Sus ojos claros así lo expresan y su risa, también. Y su belleza, aunque innata, se hace más intensa al tener a ese pequeño tesoro acunado en sus brazos.
Candela cumple hoy dos añitos y quiero felicitar a sus papás, y recordarles que el Domingo de Ramos de 2009 sus amigos fuimos muy afortunados de compartir con ellos la llegada de tan deseada niña y que, aún a día de hoy, el tener la oportunidad de observar esa preciosa fotografía nos alegra el día.
Felicidades y gracias.
2 comentarios
Mil gracias Mammen.<br />Candelaria y sus papás, a pesar de la distancia, os llevamos siempre en nuestro corazón.<br />Mil gracias de corazón.
Felicidades a Candela!