Qué bien suena eso de un fin de semana de sol y playa aunque por haber olvidado proteger tu piel tengas la espalda como un tomate y no sólo un tomate, parece un tomate raf (a rayas) porque tampoco está de más decir que olvidé ir cambiando de lugar los tirantes del bikini. Por todo ésto, he llegado a la conclusión que lo de estar morena por ambas caras para mi pasó de moda y ahora, y supongo que por unos pocos años más, mi bronceado será bicolor. Blanco por el frente y negro por atrás. ¿No me digáis que no es divertido? Eso sí, duele un pelín.

Hoy me gustaría compartir unas fotografías de este estupendo fin de semana al sol.

Eso sí, que conste, no olvidé que mi hijo tuviese toda la protección existente, y más, contra los rayos solares. Que lo de broncearse a dos caras no tiene que ser moda para él. Al revés, mi pequeño luce una piel bronceadita que ya la quisiera yo para mi. Y que conste también que este moreno singular, lo da el ser padre de un remolino de niño que está aprendiendo a andar y que si por él hubiese sido hubiésemos pasado el fin de semana al completo viviendo a la orilla del mar.

Y sí, es que el fin de semana ha dado para mucho. Para volver a mojarnos en el agua salada y para descubrir que no sólo a los mayores nos molesta la arena, a los más pequeños también. Y que parece ser que mi bebé ya pasó por la fase en la que se llevaba todo lo que pillaba a la boca y ahora entró en una segunda fase algo más escrupulosa.

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Un poco sobre mí

¡Hola! Mi nombre es Mamen, directora de arte en Blanco Ruso y autora de este blog personal, donde encontrarás recursos creativos para mamás todo terreno.

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