Qué bien suena eso de un fin de semana de sol y playa aunque por haber olvidado proteger tu piel tengas la espalda como un tomate y no sólo un tomate, parece un tomate raf (a rayas) porque tampoco está de más decir que olvidé ir cambiando de lugar los tirantes del bikini. Por todo ésto, he llegado a la conclusión que lo de estar morena por ambas caras para mi pasó de moda y ahora, y supongo que por unos pocos años más, mi bronceado será bicolor. Blanco por el frente y negro por atrás. ¿No me digáis que no es divertido? Eso sí, duele un pelín.
Hoy me gustaría compartir unas fotografías de este estupendo fin de semana al sol.
Y sí, es que el fin de semana ha dado para mucho. Para volver a mojarnos en el agua salada y para descubrir que no sólo a los mayores nos molesta la arena, a los más pequeños también. Y que parece ser que mi bebé ya pasó por la fase en la que se llevaba todo lo que pillaba a la boca y ahora entró en una segunda fase algo más escrupulosa.
2 comentarios
Qué bonito es mi niño!
Y el mío 🙂