Hay noches en las que no se si echarme a dormir o quedarme en vela pensando en qué camino de los que se me abren por delante debo de tomar. Noches, en las me subiría sobre el arco iris cual Dorothy y dejaría que la vida fluyera tentando al destino sin pensar en los tres caminos de baldosas de color amarillo que se nos presentan y que parecen invitarme a pisarlos como si todo marchase de maravilla sobre cada una de ellos.

Hoy, es de esos días que marcarán un antes y un después en mi vida y en algunos instantes tengo miedo a equivocarme. A pisar el camino que no debiera y al vez pienso ¿por qué debe de existir un sólo camino seguro? Quizás eso de que todos los caminos llevan a Roma tiene mucho fundamento. Así que me he propuesto que no merece la pena tener miedo a las decisiones que vaya tomando porque la decisión que escoja hoy es la que me pareció mejor entre todas las existentes. No merece la pena echar marcha atrás ni lamentarse de lo que hubiera sucedido al tomar otro camino.

Cada decisión tiene la importancia justa que deseemos darle y, al fin y al cabo, lo más importante es que sea donde sea y como sea, logremos ser felices en el camino que decidimos tomar cierto día. Aunque fuese miércoles y aún queden tres días para que llegue el fin de semana. Hoy he decidido que me pongo mis gafas color rosa porque así veré la vida mucho más bonita.

Suscríbete a mi newsletter

Lee Atm en tu correo para no perderte nada de nada

Un poco sobre mí

¡Hola! Mi nombre es Mamen, directora de arte en Blanco Ruso y autora de este blog personal, donde encontrarás recursos creativos para mamás todo terreno.

¿Y tú qué opinas?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

He colaborado con