Hay noches en las que no se si echarme a dormir o quedarme en vela pensando en qué camino de los que se me abren por delante debo de tomar. Noches, en las me subiría sobre el arco iris cual Dorothy y dejaría que la vida fluyera tentando al destino sin pensar en los tres caminos de baldosas de color amarillo que se nos presentan y que parecen invitarme a pisarlos como si todo marchase de maravilla sobre cada una de ellos.
Cada decisión tiene la importancia justa que deseemos darle y, al fin y al cabo, lo más importante es que sea donde sea y como sea, logremos ser felices en el camino que decidimos tomar cierto día. Aunque fuese miércoles y aún queden tres días para que llegue el fin de semana. Hoy he decidido que me pongo mis gafas color rosa porque así veré la vida mucho más bonita.