Si algo complicado de la maternidad es la hora de la comida. En principio parece sencillo pero cuando dejas la lactancia materna o el biberón todo puede comenzar a complicarse si tu hijo no es del todo animado para eso de degustar tus platos.
En mi caso, no hubo mayores problemas hasta dejar las papillas (benditas ellas) pero al comenzar con la tarea sólida empecé a comprender a la abuela de la criatura y a quebrarme la cabeza para hacer comidas que realmente sean sanas y apetecibles para su gusto.
Una de las recetas que he descubierto hace bien poco que le chifla a Rubén es el bacalao dorado.
Añadimos dos o tres huevos (según sea su tamaño) semi batidos hasta que se cuaje la mezcla y una vez listo el revuelto decoramos con un poquito de perejil picado y pimentón dulce.
Los peques comerán pescado y se chuparán los dedos. Ya me contaréis 😉
2 comentarios
Es uno de nuestros platos favoritos, que siempre que pasamos a Portugal en vacaciones, tenemos que comer (uno de mis gemelos es un fanático de este plato). Eso sí, siempre pedimos que le pongan muchos pepinillos y aceitunas negras…<br />Gracias por recordármelo!!! (creo que ya sé que haré el domingo para comer)
umm pues mira, no he probado a hacerlo y eso que cuando yo lo he comido me ha encantado, asi que me lo apunto, porque a mi enano le gusta el pescado asi que espero que esto le encante, y al padre tambien jaja