Sevilla engancha, bien lo sabe el que la conoce pero si no eres uno de ellos, hay un rincón que no deberías perderte y que te quiero enseñar al igual que ya hice hace unas semanas con nuestro paseo por el centro de la ciudad.
Las callejas que rodean a la plaza de San Lorenzo donde se encuentra la iglesia que le da nombre y la capilla del Señor de Sevilla, son parte del Casco Antiguo de la ciudad en el margen izquierdo del río Guadalquivir.
Conocer el barrio de San Lorenzo de Sevilla para muchos significa conocer al Gran Poder. Su barrio lo venera y esta bella talla del 1620, obra del cordobés, Juan de Mesa, sobrecoge a sevillanos y foráneos.
Me es imposible recordar la primera vez que mis padres me trajeron la capilla del Gran Poder pero lo que sí recuerdo, desde siempre, es que esta imagen es capaz de dejarme sin palabras. ¡Y eso no es fácil!
Algo así le pasó a Rubén cuando hace unas semanas, aún disfrutando del calor, nos acercamos con unos amigos hasta la capilla. Aunque no era la primera vez que lo veía porque los abuelos ya se nos habían adelantado, no paró de repetir lo que recordaba a su Señor del Calvario, nuestra devoción «en casa» (Córdoba).
Sus ojos de cuatro años es lo que tienen. Te reflejan lo más básico de cada cosa o persona, para bien o para mal (es como una caja de sorpresas) porque, en definitiva, suele ser lo más bonito que puede transmitirnos.
Ahora que vivimos en Sevilla, aprovecho este viernes para tomarme un café contigo como ya hacía cuando te contaba lo de nuestro traslado. Me pongo un poquito tierna, te acerco un poco más a lo que siento y te invito a que nos acompañes en nuestro Redescubriendo Sevilla con ojos nuevos (de cuatro y dos años); la ciudad que se ha convertido en nuestro hogar. ¿Seguirás acompañándonos?
2 comentarios
Yo vivo cerca y me encanta el barrio! La próxima me avisas y nos conocemos.
Lo tendré en cuenta, Anneta.
¡Gracias por tu comentario!