Sólo se trata de ponerle un poquito de ganas y usar la imaginación. Una tarta sobre un precioso pedestal, un improvisado mantel de papel pintado a mano, globos a juego y algo de tela para obsequiar con un detalle a nuestros invitados, son más que suficientes para dejar boquiabierto a nuestro comensal más selecto.
El ingenio de esta pequeña celebración casera proviene de Oh happy day (ya os he hablado en más de una ocasión de esta web, aquí o aquí) y desde su web hasta podéis aprender a realizar este número gigante que quedará fenomenal en un aniversario de boda o el cumpleaños de un peque.