Si algo he tenido en los días pasados de fiesta ha sido más tiempo libre para mi y para mi descanso. Es lo que tiene plantarte con tus dos retoños en casa de sus abuelos. Y una de las tareas que más me ha gustado realizar ha sido el cambio de imagen de este bote de cristal reconvertido a frasco para galletas.
frasco para galletas glitter

Los materiales para este proyecto son muy básicos: un tarro de cristal de boca ancha, (el de Hero de guisos para peques que empiezan a comer entero me vino estupendamente), purpurina del color que más os guste, pegamento incoloro y cuerda. Bueno y a ser posible galletas o cualquier otra cosita con la que rellenar nuestro DIY.

Las combinaciones que más me gustaban de cordón y glitter eran las de blanco y plata o negro y dorado, eso siempre queda a vuestra elección. El cordón comprado en Ikea resultó muy económico pero podéis utilizar cualquier cordón tipo baker twine gruesecito que también puede quedar genial.
Y el proceso, como podéis ver en las fotos es bien sencillo. Tan sólo usar nuestro pegamento (si es en spray mucho más sencillo) para ir pegando la purpurina muy despacito.

 

frasco para galletas glitter

Os recomiendo que si usáis uno de estos botecitos mini de purpurina (de los de toda la vida) para forrar nuestra tapa, dejéis caer poco a poco la purpurina a base de pequeños golpecitos del tapón contra el frasco. Así desperdiciamos menos y quedará un resultado más uniforme.

¿Ah que quedó mono mi frasco para galletas glitter? Imaginadlo con purpurina roja y una lazo de falla a juego, sería ¡un detalle genial para San Valentín!

Feliz miércoles 🙂

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Un poco sobre mí

¡Hola! Mi nombre es Mamen, directora de arte en Blanco Ruso y autora de este blog personal, donde encontrarás recursos creativos para mamás todo terreno.

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