Uno de mis retos la pasada semana era, como ya os comenté, hacer una maravillosa tarta con motivo de mi cumpleaños, unos cupcakes o unas galletas decoradas pero mi estómago y un resfriado de narices lo hicieron imposible.
Afortunadamente, gracias a alguien que me quiere mucho, no me quedé sin probar una tarta de alucine pero hoy quiero dejaros este mini-tutorial dulce que nos vendrá que ni al pelo cualquier otro día que no tengáis muchas ganas, o fuerzas, para entrar en la cocina y en un ratito corto. Así os daréis un pequeño homenaje casero.
3 comentarios
Una idea buenísima, muchas gracias
Esto hay que problarlo…
me encanto esta idea. ya la implementaré. saludos desde BsAs