Una amiga me decía ayer que se me empezaba a ver el plumero con esto de mi gusto por el rosa y, pensándolo fríamente, lleva toda la razón del mundo porque estoy rodeada en casa siempre de cosas azules y, en ocasiones, me gusta variar. Por eso, no es raro que últimamente me haya dado por el rosa y hoy después de un día sin post resultado, de un resfriado un tanto pesado y una gastroenteritis reiterativa, vuelvo a caer en la tentación y os enseño unas fotos de un dormitorio para niña que me ha encandilado.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo.