Habéis leído bien, quiero una bicicleta. En nada, mi ritmo de vida va a cambiar dando un giro de 180º. Un ritmo de vida al que no estoy acostumbrada para nada y al que espero saber acomodarme de la mejor de las maneras y que por supuestísimo os contaré con detalle dentro poquito tiempo.
Una de las cosas que encajaría perfectamente en este nuevo ritmo sería el uso de una bicicleta porque habitualmente camino bastante entre llevar a Rubén al cole y más tarde a Sofía a la guardería. De hecho, me paso media mañana yendo y viniendo paseando a mis enanos. El nuevo curso se presenta distinto y es por eso que quizás debería empezar a tomar nuevos hábitos entre los que el deporte debería ser algo esencial.
Soy poco deportista por naturaleza. En confianza, un poco vaga al respecto. Me causa pereza ponerme las zapatillas y salir a correr (nada que ver con las chicas de #mamisrunners a las que admiro profundamente). Y no es que en otra etapa de mi vida no lo haya hecho. Siempre me he obligado a hacer deporte pero desde que nació Rubén y comenzó mi etapa de mamá éste no ha estado dentro de mis prioridades. En absoluto, vamos… que no era capaz, hasta hace cuestión de cinco meses, de que se me pasara siquiera por la cabeza las ganas de ponerme en forma. Y es que no dormir tiene mucha miga…
El caso es que mientras que no consiga tener la fuerza de voluntad de salir cual gacela a darme un paseito la idea de pasear en bicicleta con los niños me parece un idea estupenda.

Una forma de hacer algo de ejercicio, si es que lo de andar empiezo a relegarlo un poco porque las nuevas distancias se alarguen en exceso.

Entenderéis ahora porqué quiero una bicicleta ¿no es verdad? Tenéis ya la vuestra porque a mi las que más me gustan son las clásicas como estas. Estoy completamente enamorada de ellas y, con mi gran capacidad para soñar despierta, soy capaz de imaginarme (hasta que me den un codazo para espabilar) una estampa tan idílica como la de pasear en bici con los niños y Rafa junto a un lago en pleno invierno.

¿Os apuntaríais a ese paseo? ¿O lo dais ya con los que más queréis? Contad, contad que estoy deseando me pongáis los dientes largos.

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Un poco sobre mí

¡Hola! Mi nombre es Mamen, directora de arte en Blanco Ruso y autora de este blog personal, donde encontrarás recursos creativos para mamás todo terreno.

3 comentarios

  • Hola! Que bicis tan monas… Yo me compré una hace un par de años, muy mona en plan clásica blanca y negra ( pero con cambios fundamental) y con cestita x supuesto.<br />Yo te lo recomiendo. Nosotros la usamos algunos findes para hacer paseos familiares, y entre semana me voy yo sola a hacer kms…<br />Besos

    • Qué guay, Myriam ¡a mi me apetece una barbaridad tener una! Y en plan clásica ni te cuento. Como dices con su cesta y todo 😀 Y debe ser genial tanto pasear con ellos como en solitario.

  • Tengo unas ganas enormes de tener una pero con el poco tiempo que tengo y Rodrigo tan pequeño me pregunto si la cogeria. Todo es cuestión de propósitos. . Sin duda tu elección es preciosa. Ya nos contarás 🙂

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